Listado de fics del blog

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[Crash Bandicoot] Universos entremezclados 2 -- Capítulo XII - Alianzas forzosas

 


- ¡ANA! ¡Qué sorpresa! Pensé que jamás volvería a verte – exclamó la dragoncita, yendo a su encuentro, que no cabía en sí de alegría.

Ella y Crash habían conseguido entrar en las instalaciones del Laboratorio Iceberg después de vencer al Mecha-Rocket, que yacía abandonado en la playa de hielo echando aún chispas. Algunos asistentes de Cortex trabajaban sobre los restos. Y ahora estaban todos reunidos, incluyendo los villanos y a Ripper Roo quien, al final con tanto escándalo, se había despertado y acudido a saber qué sucedía.

- Yo tampoco pensaba que fuera a volver – dijo Ana, abrazándola. Luego miró su estado y arrugó el ceño - Estás herida, déjame que te eche un vistazo...

- ¡Bah! Son sólo rasguños sin importancia. Un descansito y estaré perfectamente – contestó Dany haciéndose la dura.

- Has crecido – apuntó Ana mirándola desde la punta de los cuernos hasta la de su cola.

[Crash Bandicoot] Universos entremezclados 2 -- Capítulo XI - La caída del Mecha-Rocket

 


Gin tecleaba tan rápido en el teclado que no se le veían los dedos. Estaba ferozmente eufórico, el cohete echaba humo como una chimenea y por eso olía a chamusquina en todo el habitáculo. Se había puesto manos a la obra en cuanto terminó la sesión de hipnotismo pero, aunque había tenido que interrumpirse por exponer ese informe grafológico, ya volvía a estar a plena potencia.

Había examinado el código a conciencia hasta que había encontrado finalmente una pista que, estaba seguro, los llevaría hasta su enemigo. Pero era realmente desconcertante, pensaba mientras hacía un alto y se frotaba la sien izquierda.

Estaba claro que el hábil hacker había hallado una brecha en su programación y así es como había penetrado en los sistemas de seguridad, anulándolos para que no sonara la alarma y luego borrando las grabaciones de la cámara de seguridad. Por último, la propia destrucción de las instalaciones borraba cualquier huella física que pudiera haber. En resumen, era un plan perfecto trazado al milímetro por alguien muy inteligente. Pero eso no había detenido a Gin; había encontrado un código encriptado un tanto anómalo y él había desarrollado un programa capaz de descifrarlo. Estaba convencido de que esto le daría la identidad del atacante. 

[Crash Bandicoot] Universos entremezclados 2 -- Capítulo X - Una garra amiga

 


Cuando Crash volvió al poblado ya había amanecido y sus habitantes se preparaban para un nuevo día. A pesar de sus preocupaciones no se le pasó por alto que los indígenas se encontraban visiblemente alterados; cuando llegó ante Papu Papu para solicitarle ayuda para llegar hasta el Laboratorio Iceberg de Cortex, la base del doctor, se asombró de recibir una negativa por respuesta.

Al parecer, según explicó el jefe, no quería enfrentarse de nuevo a aquel hombre malvado que tantas calamidades les había ocasionado: Papu Papu aún tenía muy presente el día en que ese hombre llegó a las islas y mató con sus rayos a la gente de su pueblo y tampoco olvidaba el día no tan lejano en que por fin le apresaron y se lo llevaron a la aldea, buscando apaciguar a los dioses a los que había ultrajado con sus obras. Desafortunada e inesperadamente Crash le salvó y eso causó una enemistad pasajera entre el marsupial y los indígenas pero la hermana, Coco, le explicó más adelante a Papu Papu los motivos que tenía su hermano para haber ayudado al hombre malvado. Él los entendió e hicieron las paces, sin rencores, a pesar de que la aldea había sido destruida por un demonio gigante metálico que sin duda era aliado de aquel hombre y que apareció poco después de su marcha. 

[Crash Bandicoot] Universos entremezclados 2 -- Capítulo IX - Sesión de hipnotismo


La reunión estaba siendo un auténtico fracaso pues nadie se ponía de acuerdo sobre cuál sería el siguiente paso a dar. Por mucho que insistieron interrogando a Koala y al doctor Roo estos no pudieron darles absolutamente ninguna pista más de lo que ya sabían.

Todos se habían enzarzado en una acalorada discusión en la que hablaban a la vez sin entenderse nada. Neo increpaba a Brio por no estar más pendiente de sus mutantes ni de sus archivos, puesto que anteriormente alguien le había robado ciertos planos, y por tardar tanto en avisarle a él, su jefe, de todo esto. Brio a su vez increpaba a Koala y Roo instándoles a que se esforzaran en recordar algo, luego Neo volvía a gritar exigiendo a Gin resultados de su análisis de las grabaciones del almacén y éste se disculpaba alegando no tener nada aún y que necesitaba algo más de tiempo. Nina les llamaba inútiles a todos y Koala sólo insistía en que le dolía la cabeza y quería echarse un sueñecito.

Los únicos que guardaban silencio eran Lumpa, Roo y Ana: el primero estaba demasiado ocupado roncando hecho un ovillo en su asiento (¿cómo podía dormir con semejante griterío a su alrededor?) y Roo parecía totalmente devastado. 

[Crash Bandicoot] Universos entremezclados 2 -- Capítulo VIII - Una nueva pérdida

 


Caía la noche en el archipiélago Wumpa y el olor de la carne asada, de las frutas y verduras frescas le inundó el olfato, haciendo que su estómago demandase comida. Por un momento estuvo tentado de caer en la tentación y unirse al banquete nocturno, pero si lo hacía probablemente se olvidaría del motivo por el que se encontraba allí. Había ido al poblado buscando respuestas sobre un asunto muy importante: su hermana había desaparecido hacía unos días. Y eso no era propio de ella.  ¿Qué pensaría de él si le veía holgazaneando de esa manera? Aunque no sería del todo justo puesto que llevaba todo este tiempo buscándola y se sentía realmente cansado y triste. Aun así, no podía evitar pensar que si hubiera sido al revés ella no habría parado ni un solo segundo y estaría moviendo cielo y tierra para buscarle.

- Aunque a veces me saques de quicio, hermanito, eres lo único que tengo – le dijo en una ocasión, años atrás, alborotándole el pelo de la cabeza.

Papu Papu se acercó a él y le ofreció un trozo grande de cerdo salvaje recién asado chorreante de grasa diciendo algo en su idioma extraño. ¡Qué olor tan delicioso! A pesar de que no solía comer mucha carne decidió aceptarlo porque sabía que podía ofender al jefe de la tribu y no quería tener más malentendidos con ellos. Sin embargo, se permitió apartar las hierbas aromáticas que le habían echado por encima con un toque delicado de sus dedos, ya que por algún motivo le daban gases, y luego se zampó el trozo de un bocado. ¡Qué rico!

[Crash Bandicoot] Universos entremezclados 2 -- Capítulo VII - Al final un poco de luz


- ¡Nina! – gritó Cortex sumamente preocupado y echó a correr hacia el coche accidentado tras cerciorarse que Ripper Roo estaba fuera de juego.

Para su sorpresa y alivio se encontró con su sobrina desternillándose de risa. Aún permanecía en el interior, atada con unas cuerdas, esa era la razón por la que no había podido ayudarlos.

- ¡Guau! Menuda explosión – exclamó con una sonrisa, aunque no pudo añadir nada más porque Neo le dio un fuerte abrazo.

- ¡Menos mal! – exclamó - ¿Estás bien?

- Sí, aunque si me desatas, estaré mejor.

- ¿Qué pasó? – preguntó Neo mientras la liberaba.

Nina bajó la cabeza, parecía claramente avergonzada.

[Crash Bandicoot] Universos entremezclados 2 -- Capítulo VI - Rescate sobre cuatro ruedas

 


Ana sufrió la familiar sensación de vértigo cuando puso un pie de nuevo en la dimensión Wumpa pero para su alivio no fue tan malo como recordaba. Apoyó las manos en las rodillas para soportar el mareo.

- Uff…

Neo y N.Gin, quienes habían empezado a caminar, se dieron la vuelta.

- ¿Qué te pasa?  - preguntó N.Gin.

Ella no contestó pero levantó una mano para indicar que necesitaba un momento. Neo se cruzó de brazos.

- A este ritmo…

[Crash Bandicoot] Universos entremezclados 2 -- Capítulo V - Primeras impresiones

 


- No hagáis mucho ruido que no son horas. Y no toquéis nada.

Ana cerró la puerta de su apartamento dando todas las vueltas y echando los dos cerrojos. 

- Así que ésta es tu casa – comentó Neo, echando un vistazo – Es muy… ¡Ah!

Algo se estaba frotando contra sus botas, enredándose entre sus piernas. Se trataba de un gato gris atigrado que ronroneaba. Neo le lanzó una mirada de pocos amigos y le alejó empujándole con el pie.

- ¡Largo de aquí, bola de pelo!

- ¿Qué haces? – exclamó Ana agachándose a coger al minino que maulló y restregó la cabeza contra su dueña – Déjale en paz, Arthas sólo quería saludar.

- Deberías enseñarle modales. No me gustan los gatos – protestó Neo mientras la chica le lanzaba una mirada indignada y dejó al gato sobre una manta que había en un sillón de retales. 

Acto seguido se quitó toda la ropa de abrigo y la colgó en el perchero de la entrada, al igual que su bolso y fue hasta la cocina para ponerse algo de beber.  Más por educación que por ganas les preguntó si querían algo; ambos pidieron un café bien cargado.

[Crash Bandicoot] Universos entremezclados 2 -- Capítulo IV - El oscuro callejón

 


Cuando terminó la canción Jess y Ana rieron, brindaron con sus botellines y dieron un trago.

- ¡Ah! Adoro esa canción- dijo Jess y encendió un cigarrillo.

- Y pensar que antes de conocerme detestabas el rock – le dijo Ana, apartando el humo.

- Perdona cariño – se disculpó Jess alejándolo con la mano– Y nunca dije que lo detestara, tan sólo es que no le cogía el gusto. Pero he de confesar que hay ciertas canciones de lo más geniales. Y no me engañas, a ti te gusta porque Dany es lo único que escucha.

- Es cierto que he escuchado rock toda mi vida por su culpa, tanto en casa como en el bar, pero siempre me ha gustado tanto como a él. La música me ayuda a desconectar.

- Trabajas demasiado.

- Sólo diré dos cosas; primero, que adoro mi trabajo. La segunda… ¡mira quién habla!

Jess se rió.

[Crash Bandicoot] Universos entremezclados 2 -- Capítulo III - La Cuarta Dimensión

 


Neo abrió los ojos. Se encontraban en medio de un parque solitario. El frío viento agitaba los árboles y creaba ondas en la superficie de un lago adyacente, el suelo se veía mojado, como si hubiera estado lloviendo los días anteriores. A pesar de no ser la primera vez que acababa en otra dimensión se sentía extraño. Se estremeció y miró al cielo, totalmente despejado; la luna le devolvió la mirada, pálida y silenciosa mientras que las estrellas titilaban indiferentes en una lejanía impensable. Eran tan similares y a la vez tan diferentes a las de su mundo…

- ¡Uf! Menudo viaje, jefe – dijo la voz aguda de Gin cerca de él.

Neo se volvió y soltó un gritito de sorpresa. La persona que tenía al lado era su ayudante y colega, desde luego, pero lucía diferente. Sus malformaciones eran de lo más extrañas en esta realidad, por no decir de su aspecto en general. Parecía aún más grotesco aunque más estilizado en cuanto al cuerpo, si bien seguía siendo rechoncho.

- ¿Qué? ¿Qué pasa? – preguntó alarmado, mirando a todos los lados. Luego miró a Cortex y gritó de manera similar - ¡Doctor! Sé que es usted, pero se ve… no sé, de otra manera, como más… viejo.

[Crash Bandicoot] Universos entremezclados 2 -- Capítulo II - Medidas de emergencia


- Tienes que venir conmigo…

- Ah, claro, ahora te acuerdas de mí.

- No seas injusta. ¿Te recuerdo el motivo por el que te traje aquí?

- No pienso picar, tío.

- Nina, esto es serio, tienes que venir con nosotros.

- He dicho que no.

Neo estaba empezando a impacientarse. Había vuelto a toda velocidad desde la Isla Wumpa al Laboratorio Iceberg y se había puesto en camino hacia la escuela pública donde había internado a Nina como castigo por su rebelión cuando ocurrió todo aquel desagradable asunto de los titanes.*

Quería llevársela a toda costa con él para no perderla de vista pero su sobrina seguía enfadada y no atendía a razones por lo que el plan no estaba resultando fácil. La compañera de habitación de Nina yacía en la cama totalmente paralizada y los miraba con los ojos muy abiertos. Se lo había ganado tras despertarse preguntando qué pasaba; Neo no quería más intromisiones. Cruzada de brazos y con su pijama favorito de calaveras, ya que era avanzada la madrugada, Nina se mantenía firme y le miraba con odio.

[Crash Bandicoot] Universos entremezclados 2 -- Capítulo I - Nadie amenaza a un villano

 


- ¿Has encontrado alguna pista?

- Aún no.

- Maldición...

- Le-le garantizo jefe que el responsable lo pagará muy caro.

El único sonido que se oía en la estancia era el rápido teclear en el ordenador, producto de una atropellada carrera en busca de la solución a la pregunta del millón: ¿quién demonios estaba detrás de todo esto?

[Crash Bandicoot] Universos entremezclados 2 -- Prólogo - Un plan malvado


Le entusiasmaba mucho la visión que tenía al otro lado de la ventana de su despacho pero esa sensación placentera no era provocada por el espectáculo de la naturaleza como cualquiera de nosotros podría pensar, sino más bien por una línea de pensamiento más egoísta: porque todo aquel terreno era de su propiedad. Había pasado malas rachas, desde luego, aunque no como aquella acontecida hacía casi veinte años. Se había recuperado del duro revés, pero su poder actual apenas destacaba si se lo comparaba con su antiguo esplendor. 

Había esperado largos años consumiéndose en unos deseos ardientes de venganza contra el causante de su ruina. Para ello había requerido esos mismos largos años de trabajo y preparación, descuidando prácticamente su objetivo en la vida que era ser el mayor villano del mundo. Por suerte para él la espera por fin había terminado, por fin había movido la primera ficha y cuando todo acabara podría retomar esa conquista mundial desde un destino paradisíaco a su elección, probablemente con un margarita en la mano, tostándose al sol aunque con sus ojos protegidos por unas enormes y llamativas gafas de sol mientras flotaba tumbado sobre una colchoneta hinchable en medio de su piscina privada y dos rubias despampanantes jugando a salpicarse cerca de él.