El día siguiente amaneció con el cielo encapotado y oliendo a humedad. Thrall pensó en solicitar la retirada de la incipiente lluvia, pero lo consideró y decidió que, por el momento, no cambiaría el tiempo.
A pesar de las malas noticias de Taretha estaba decidido a intentar un parlamento, incluso aunque sabía que superaban en cuatro contra uno a las fuerzas de la fortaleza. De modo que seleccionó a un pequeño grupo de leales Frostwolves junto con Hellscream para formar una comitiva. Marcharon, armados y acorazados, con paso firme por el camino que llevaba a Durnholde. Estarían respaldados por el resto del ejército si se intentaba cualquier emboscada.